El carácter de la plaza ha cambiado considerablemente desde sus comienzos cuando estaba rodeada de casas coloniales y era sede de mercado donde los campesinos traían a vender sus productos. Trazada por los primeros colonizadores españoles, poseía desde su fundación una columna en madera que cumplía la función de rollo o picota de castigos, la cual representaba el poder del rey de España hasta cuando el oidor Alonso Pérez de Salazar solicitó su reemplazo por una pequeña fuente pública para abastecer de agua a la ciudad. En 1681 se cambió por otra fuente de mayor perfección y ornato, la cual fue conocida entre sus habitantes como el "mono de la pila" y que actualmente se encuentra en el Museo de Arte Colonial. La única construcción que se conserva de la época colonial es la Capilla del Sagrario.
me encanta hablar de la ciudad donde nací y me crié hasta los 3 años...
ResponderEliminar